Conoce las reZetas que nuestros #ZetaLovers disfrutaron en Navidad y las historias que se cocinaron durante la cena de Nochebuena.
#ZetaLover, la Navidad es una de las celebraciones más importantes del año, porque es la ocasión ideal para reunirse en familia y compartir deliciosos platos con nuestros seres queridos. Sin embargo, a veces la cena de Nochebuena se sale de control pero los momentos más divertidos quedan perpetuados para toda la vida.
¡Conoce las mejores historias que nuestra #ZetaFamilia vivió en el calor de su hogar con Zeta Gas!
Kelly Judith Rondinel Carcamo
Una vez mi mamá estaba haciendo el pavo y me pidió vigilara la cocción, recuerdo que con mi primos empezamos a comerlo, supuestamente probarlo un poco y devoramos casi una pierna. Cuando mi mamá quería tomarle fotos al pavo, se dio cuenta que faltaba una parte y no paró de reír con toda la familia ¡fue un momento para el recuerdo!
Josue Farje
Recuerdo que hace muchos años, cuando era niño, me gustaba la Navidad porque mi abue me preparaba asado de pato con relleno. En una oportunidad no teníamos para un árbol de Navidad, así que conseguimos un pino, lo pintamos y lo pusimos sobre un murito, cerca al asado, ya que no teníamos mucho espacio. Lamentablemente, la pintura goteó encima del pato y ese día mi abue nos hizo entender que la Navidad no era la cena, sino lo que podíamos compartir con amor y felicidad.
Blanca Valedera De La Cruz
Estaba listo el chancho para hornear y cuando quería ponerle la manzana en la boca, como es la costumbre, no la encontraba. De pronto viene mi hija casi terminándola.
Noemí Carlos Rojas
Estábamos horneando el pavo y nadie se dio cuenta que la cocina estaba apagada, porque se había acabado el gas que estaba instalado. Mi mamá se puso a revisar cómo iba el horneado y el horno ni siquiera se había calentado, ella pensó que no lo habíamos prendido. Cuando nos percatamos que era el gas, quisimos comprar pero ya eran las 10 de la noche. Tampoco compramos el 25 porque no vendían, la gente estaba celebrando. Recién pudimos comer el pavo el 26 porque no encontrábamos gas por ninguna parte y desde ahí en adelante, mi mamá siempre tenía 2 balones. Esto ocurrió en el 2001, no había distribuidoras como ahora.
Evelyn Ortiz Córdova
Todos entramos a la cocina a preparar la cena y ayudar en algo, de pronto se escucha el timbre y todos salimos de la cocina para recibir a nuestros abuelitos que llegaron de visita por las fiestas pero nadie se quedó en la cocina supervisando las ollas que estaban encendidas. Mientras todos estábamos muy felices y alegres recibiéndolos, se oye una voz preguntando “¿Quién está en la cocina?”, todos respondimos: Pues nadie porque todos estamos aquí. Mi mamá corrió rápidamente a la cocina… casi nos quedamos sin cena navideña.
María Corina Luna Aguirre
Me cambiaron el pavo en el horno y el que me dejaron estaba exquisito, solo más pequeño.
Helen Rossi Gayoso Suárez
En el año 2019, en plena preparación de la cena navideña, solo faltaba que el pavo esté listo, así que lo dejamos en el horno y mientras nos alistábamos para recibir a las visitas para cenar, con tantas cosas no calcule que el gas estaba a punto de terminar. Cuando terminé de alistarme salí hacia la cocina a verificar cuánto faltaba y me di con la sorpresa que ni había iniciado la cocción. Ya era demasiado tarde, muy cerca a la hora de la Nochebuena, solo quedó comer el arroz árabe, ensaladas con milanesas fritas preparadas en la hornilla eléctrica, realmente fue una locura tener que pasar eso y en el primero año donde nos animamos a tener invitados en casa, fue realmente gracioso pero lo mejor de todo es que disfrutamos lo que había preparado y con la mejore compañía mi familia y amigos.
Elizabel Martínez Nima
Mi perro se comió mi pollo al horno en un descuido y esa noche no cenamos.
Kevin Jesús Pumachagua Espinoza
El mismo 24 de diciembre es mi cumpleaños y quisiera pasarla con mi familia pero me toca trabajar porque trabajo de seguridad.
Jasmin Soledad Acevedo Rivera
Mi anécdota navideña es que cuando estábamos haciendo unas galletitas con mis 3 hijitos, uno de mis hijos pensó que le faltaba azúcar y en un descuido mío, le hecho bastante y no me había dado cuenta. Cuando ya estaban listas, se sentían demasiado dulces y en la noche tuve que volver hacerlas porque mis hijitos estaban emocionados.
¡Gracias #ZetaLovers por compartir sus anécdotas navideñas y permitirnos llevar nuestro calor a sus hogares cada Zetavidad!