Una de las bebidas peruanas más conocidas es el emoliente y hoy, ¡celebramos su día! Reconocido por ley para impulsar el negocio de las carretillas que venden esta bebida, como actividad económica de inclusión social, el 20 de febrero fue declarado el Día del Emoliente, una natural y tradicional bebida de nuestro país.
El emoliente llegó a nuestro país durante la época colonial, específicamente durante el virreinato. Su beneficios fueron rápidamente conocidos, razón por la se comenzó a producir y comercializar aceleradamente, convirtiéndose en una fuera industria. Así, comenzaron a existir los primeros establecimientos de venta de emoliente.
El emoliente suele encontrarse en cualquier lado, por excelencia, en carretillas en esquinas de las calles. Suele ser consumido en invierno y tomarse caliente, aunque hoy en día también lo ingerimos helado. Se trata de una bebida conocida por sus bondades medicinales debido a las hierbas que contiene. Además, es rico en carbohidratos, minerales y vitamina C, siendo beneficioso para la gastritis, los cálculos renales, la regulación del colesterol, entre otros. La popularidad del emoliente se ha fomentado durante los últimos años. Hoy lo encontramos en versión frutada, como bebida frozen, apiscado, con sabores florales, especiados o cítricos, y de manera embotellada en supermercados, existiendo para todos los gustos y para todo tipo de consumidores, pues se ha convertido en una bebida refrescante reconocida por sus efectos diuréticos y desinflamantes.
Algunos de los ingredientes tradicionales del emoliente son la cebada, la linaza y el zumo de limón. Se caracteriza por su sencilla preparación. Muchos expertos recomiendan el consumo de dos vasos de emoliente y señalan que puede consumirse diariamente
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